viernes, 27 de julio de 2012

El cuaderno canario de Fernando Fresno


 

Portilla: Retrato de Fernando Gómez-Pamo del Fresno

El cuaderno canario de Fernando Fresno
por
Juan Ramón Gómez-Pamo Guerra del Río




            Fernando Fresno [1881-1949], fue sin duda, el caricaturista español más conocido de la primera mitad del siglo xx. Desarrolló su labor principalmente en publicaciones periódicas madrileñas, pero también en América. Presentamos aquí varios apuntes realizados durante una de sus estancias en las Islas Canarias, camino del Nuevo Continente.










Algunas notas sobre la caricatura en Canarias




Fernando Fresno: Caricatura de Irene López de Heredia. 1933






            La vida pública en general, la política, los espectáculos, etc. han sido campo abonado para la caricatura, también en Canarias. Sin pretender hacer un recorrido exhaustivo, recordemos, en el siglo XIX, los cuadernos de Benito Pérez Galdós estudiados por Alfonso de Armas Ayala y José Pérez Vidal [1], o los dibujos de Felipe Verdugo, sobre los que ha trabajado María de los Reyes Hernández Socorro [2]. Ya en el siglo actual y ciñéndonos a la ciudad de Las Palmas, hay que recordar las caricaturas coloreadas de Fernando González, que se solían colocar en escaparates de la calle Triana, un buen número de ellas fueron reunidas por José Miguel Alzola y se conservan en la Biblioteca de la Sociedad Científica "El Museo Canario" de la que fue presidente.



            Del interés que despertaban este tipo de manifestaciones hay muestras significativas. Queremos destacar, entre otras, la "1ª Exposición de Humoristas Canarios", organizada en 1944 por el Club Pala, Peña Ateneo Los Amigos. En su programa se recogen 177 dibujos de 27 artistas,[i] en una sala aparte se exhibían 190 dibujos de los cuadernos de Benito Pérez Galdós y una caricatura de este último, obra de Santiago Santana. Entre los participantes, algunos tan conocidos por distintos motivos como tres de los hermanos Millares Sall, Eduardo, José María y Manuel, el primero más popular como Cho Juá, el segundo destacado poeta y el tercero, el futuro pintor abstracto; su padre, Juan Millares Carlo, Manuel Reyes, el pintor Felo Monzón, el escultor Pepe de Armas, el fotógrafo Teodoro Maisch, etc. Ventura Doreste publicó un ensayo sobre la caricatura con ocasión de esa exposición [3].



            Más recientemente, podemos recordar que en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria se celebró durante los meses de noviembre y diciembre de 1971, una Exposición de caricaturistas canarios [4]. Manuel Padrón Noble, conocido por sus trabajos en prensa diaria y revistas, también ha realizado diversas exposiciones de caricaturas personales en esta misma ciudad, alguna de ellas contó con un texto de Juan Rodríguez Doreste [5]. Del citado dibujante existen caricaturas de músicos canarios en el Area de Música de la Sociedad Científica "El Museo Canario". Por otro lado, las caricaturas escultóricas del artista agaetense José de Armas han merecido un artículo de Sebastián Sosa Alamo en la Serta Gratulatoria en honor de Juan Régulo [6]. Hasta hace poco tiempo, como ha señalado Yolanda Peralta Sierra [7], no existían estudios generales sobre este tema en la bibliografía canaria, pero en los últimos años se han producido algunos acercamientos. Recientemente, en el año 2000, Franck González Guerra ha leído en Barcelona su tesis sobre humorismo gráfico.[ii]






                                                                      Fernando Fresno




Amer: Retrato de Maruchi Fresno
            El futuro caricaturista nació en Madrid, en la calle de Santa Isabel, número 5, el 31 de mayo de 1881, hijo de un catedrático de la Universidad Central. Con respecto a su vida personal debemos mencionar su matrimonio con Gloria López Alvarez, hija de un coronel de húsares. La pareja, muy bien avenida a pesar de que la vida propia del mundo del teatro parecía alejada de sus orígenes familiares, tuvo dos hijas y dos hijos. La muerte de la hija mayor, Gloria, a los trece años, representó sin duda el golpe más duro de la vida del matrimonio. La hija menor es la actriz Maruchi Fresno [8]. El comienzo de la guerra civil sorprendió a Fernando Fresno en Argentina, donde se encontraba con una compañía de teatro, reclamó a su familia y permaneció entre Buenos Aires y Montevideo los tres años de la contienda, finalizada la cual regresó a España, pasando naturalmente por Canarias. En 1947 acompañó a su hija Maruchi, primera actriz de la compañía Lope de Vega, dirigida por José Tamayo, en la gira que realizó a las islas. Murió en Madrid el 28 de abril de 1949.







            La vida pública de Fernando Fresno ofrece tres facetas ya que fue farmacéutico, hombre de teatro y caricaturista. En 1902 se doctoró en Farmacia, con la calificación de sobresaliente [9], en la Universidad Central donde su padre era un destacado catedrático. Mantuvo hasta poco después de la guerra civil la farmacia fundada por su abuelo en 1853 [10], llegó a ser profesor ayudante de su padre en su cátedra de Materia Farmacéutica Vegetal, así como conservador del Museo de la Farmacia.



            Gran aficionado al teatro desde su época de estudiante en la Universidad Central, comenzó participando en funciones de aficionados con la Sociedad Artística "La Farándula", hasta convertirse en un actor profesional. Más tarde llegaría a formar su propia compañía como empresario, director y primer actor, también participó en otras con las que recorrió España y pasó a América, entre ellas las de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, Lola Membrives, Margarita Xirgu e Irene López Heredia [11]. La estancia en Canarias era obligada cuando las compañías de teatro españolas viajaban al Nuevo Continente, algo que hizo Fresno en varias ocasiones. El cuaderno que presentamos aquí, corresponde precisamente, a su estancia con la compañía de Irene López Heredia en 1933.




Roberto Miranda: Retrato de Fernando Gómez-Pamo del Fresno
            El teatro fue la gran pasión de su vida, pero la faceta en la que obtuvo mayor reconocimiento público fue la de dibujante. Como tal fue colaborador de ABC, Blanco y Negro, Nuevo Mundo, La Esfera, Los Toros, El Teatro, Gedeón, La Nación, Heraldo de Madrid, Madrid Cómico, Hoja del Lunes de Madrid, Buen Humor, Primer Plano, en España y de varios periódicos de Buenos Aires y Montevideo [12]. Para él fue motivo de gran satisfacción personal acompañar a los reyes don Alfonso XIII y doña Victoria Eugenia en su visita oficial a Roma en 1923, los apuntes que realizó durante el viaje se recogieron en un libro [13]. Por otro lado, fue el primer caricaturista español condecorado por tal actividad al recibir la encomienda con placa de la orden de Alfonso X el Sabio. Como ha dicho Andrés Amorós: Durante más de cuarenta años el lápiz infatigable de Fresno fue el mejor fotógrafo de la vida pública española, en todos sus sectores: políticos, actores, músicos, escritores, cupletistas, militares, médicos, toreros... Todos los sectores de la actualidad, vistos con la agudeza de un verdadero artista [14]. Después de su muerte, ocurrida como ya dijimos en Madrid el 28 de abril de 1949, sus compañeros de la Asociación de la Prensa colocaron una placa de mármol en la fachada de su casa de la calle de Santa Isabel. Cincuenta años más tarde, en 1989, el Círculo de Bellas Artes encargó al citado catedrático Andrés Amorós la organización de una exposición centrada en sus caricaturas teatrales [15]. Este autor señala que nuestro país, en este siglo, ha sido cuna de una gran escuela de humoristas gráficos: Sancha, Bagaría, Sirio, Xaudaró, K-Hito, Tono, tantos otros... Es un aspecto de nuestra cultura que no ha recibido todavía -creo- la consideración que se merece. Por cierto ¿cuándo se creará un Museo Nacional de Caricaturistas, en el que se guarden y exhiban las obras de este género, nada menor?  [16].



El cuaderno canario



            Sus estancias en Canarias, camino de América, permitieron que en la prensa de las islas aparecieran caricaturas firmadas por Fresno. No se publicaron todas las que realizó. Es conocida su forma de trabajar, tomando incansablemente apuntes de las personas que se encontraban a su alrededor en lugares públicos, fueran o no personalidades famosas. Continuamente estaba ejercitándose en el dibujo, intentando recoger el gesto característico o la expresión más significativa de cada persona que captaba su atención. Coincidiendo con el V Salón de Humoristas celebrado en Santa Cruz de Tenerife se realizó una exposición de 30 caricaturas suyas de figuras del arte y la política de la isla, tal como recogió la prensa de Tenerife [17].



            La hija del autor, la actriz Maruchi Fresno, nos ha proporcionado tres sobres conteniendo caricaturas realizadas en Gran Canaria y Tenerife de gran número de personajes de las islas Canarias. Los tres sobres llevan un título escrito por la actriz, la mayor parte de los dibujos llevan una inscripción con la fecha, el lugar y en muchos casos, el nombre del retratado.

Fernando Fresno: Caricaturas
José Pérez Andreu. 1933 [Boceto]         Benito Pérez Armas. 1933 [Boceto]                Pérez Cabrera. 1933 [Boceto]                        Pizarroso. 1933 [Boceto]

- Páginas de Album, Las Palmas 1933. Contiene 18 unidades: 15 hojas de bloc, 1 cuartilla, 1 hoja doblada y 1 cartulina recortada. 8 personajes están identificados:

            Aguilar, dentista, Las Palmas, 1933.

            Chirino.

            Alcalde de Las Palmas, 1933. El abogado Luis Fajardo Ferrer, militante del partido federal, fue el tercer alcalde republicano de Las Palmas.

            Alcalde de Las Palmas, 1933, Luis Fajardo Ferrer.

            Alcalde de Las Palmas, 1933. Se limita a dibujar el contorno de la parte trasera de la cabeza que no cabía en la hoja anterior. Aparece esbozada otra cara masculina.

            D. Francisco García y García, 1933, Pte. del Cabildo, Las Palmas. Este político socialista ocupó la presidencia del Cabildo Insular de Gran Canaria desde la proclamación de la república hasta octubre de 1933.

            Pte. del Cabildo, Las Palmas, 1933. Utiliza esta hoja para terminar el contorno trasero de la cabeza.

            Pte. del Cabildo, Las Palmas, 1933.

            Gonzálvez, 1933, Las Palmas. Un dibujo más elaborado, pero sin duda realizado a partir de este apunte se publicó en La Provincia en enero de ese año: Caras conocidas: Pepe Goncálvez, presidente del 'Victoria F. C.' y prestigioso deportista y caballero, visto por Fresno [18].

            Manuel Márquez, otorrinolaringólogo, Las Palmas, 1933.

            Mesa, Las Palmas, 1933, Canarias. José Mesa y López, dirigente del Partido Popular Agrario, había sido alcalde de Las Palmas y presidente del  Cabildo Insular durante el reinado de Alfonso XIII, además de propietario del periódico El Liberal.


Fernando Fresno: Caricaturas
Luis Fajardo Ferrer. 1933 [Boceto]                 Gonçalves. 1933 [Boceto]                      Diego Mesa y López. 1933 [Boceto]


            En una cuartilla sin inscripciones, la caricatura de Hilario Pérez Alonso, tesorero de la Delegación de Hacienda de Las Palmas. El dibujo definitivo apareció también en la sección "Caras conocidas" de La Provincia [19].

            Pte. del Club Náutico, Las Palmas, 1933. En aquel momento lo era por segunda vez el abogado José del Río Amor [20].

            Cabeza femenina, sin identificar.

            Cabeza femenina, sin identificar.

            Boceto.

            Cabeza masculina, hoja doblada.

            Cabeza masculina, cartulina recortada.



- Club Náutico, Baile del Taoro, Tenerife. 18 hojas cuadriculadas de un bloc: 5 hojas del Club, 1 hoja con una caricatura del Club y otra del Taoro, 1 hoja con una caricatura del Club y del Taoro, 11 hojas del Taoro. No está identificado ninguno de los personajes caricaturizados. Se trata de dibujos rápidos, de factura muy suelta, alguno de los cuales reflejan el carácter festivo del momento.



- Pág. de Album, Tenerife 1933. 38 unidades: 28 hojas de bloc blanco, 7 hojas de bloc cuadriculadas y 3 hojas de bloc más pequeñas correspondientes a 1939.


Fernando Fresno: Caricaturas
Maximino Acea. 1933 [Boceto]                                       Tomás de Armas. 1933 [Boceto]                                     Carmelo Cabral. 1933 [Boceto]
Rafael Calzadilla. 1933 [Boceto]                                         Diego Crosa. 1933 [Boceto]                                             Diego Crosa. 1933 [Boceto]


            Maximino Acea, Presidente del Cabildo, Tenerife 1933. Maximino Acea Perdomo, acaudalado comerciante de Santa Cruz, falleció en dicha ciudad en 1984.

            Maximino Acea, Pte. Cabildo. Boceto del cuerpo.

            Andreu, Tenerife, 1933.

            Tomás de Armas, alcalde, 1933, Tenerife. Tomás de Armas Quintero.

            Alcalde, Tenerife, 1933. Boceto del cuerpo y de las manos.

            Carmelo Cabral, guitarrista, 1933, Tenerife. El famoso guitarrista y compositor, nacido en Las Palmas en 1881, muerto en Santa Cruz de Tenerife en 1956.

            Calzadilla, 1933, Tenerife.

            Crositas, Tenerife, 1933. Visto de frente. Se trata del conocido dibujante, acuarelista, poeta y autor teatral Diego Crosa y Costa, que también fue caricaturista de Gente Nueva.

            Crositas, Tenerife, 1933. Visto de perfil.

Fernando Fresno: Caricaturas
           Eduardo Díez del Corral. 1933 [Boceto]                               Fernández. 1933 [Boceto]                                   Jerónimo Fernaud. 1933 [Boceto]                                     
                   Fernando Franquet. 1933 [Boceto]                                Santiago García Sanabria. 1933 [Boceto]                   Gil Tirado. 1933 [Boceto]

            Díaz del Corral, Tenerife, 1933. Eduardo Díez del Corral, militar y escritor fundó la editorial Iriarte y propició la colección “Novelistas Canarios”, colección en la que publicaron  conocidos autores de la época.

            Fernández.


Fernando Fresno: Caricatura de Fernando Franquet. 1933
            Hoja en la que termina el contorno superior de la cabeza del anterior.

            Jerónimo Fernaud, tnte Alcalde, 1933, Tenerife. El periodista Jerónimo Fernaud Martín [Santa Cruz de Tenerife 1899-1951] fue concejal del Ayuntamiento de su ciudad natal y gobernador civil de Huelva.

            Jerónimo Fernaud, Tenerife, 1933. Boceto del cuerpo.

            Fernando Franquet, Tenerife, 1933. Fernando Franquet Solé, dueño de una prestigiosa industria tabaquera en Santa Cruz de Tenerife.

            Fernando Franquet, Tenerife, 1933. Boceto del cuerpo.

            Sanabria, ex alcalde, 1933, Tenerife. Santiago García Sanabria [Santa Cruz de Tenerife, 1880-1935], que había sido alcalde de Santa Cruz de Tenerife en dos ocasiones.

            Sanabria, Tenerife, 1933. Boceto del cuerpo y de las manos.

            Gil Tirado, gobernador, Tenerife, 1933.



Caricatura de Antonio de Lara y Zárate. 1933
            Gil Tirado, gobernador, Tenerife. Boceto del cuerpo.

            Lara, diputado por Tenerife, 1933. Antonio de Lara y Zárate [Santa Cruz de Tenerife, 1881-México D. F., 1956], diputado radical por Tenerife, fue ministro de Hacienda, Justicia y Obras Públicas durante de II República.

            Lara, 1933, diputado por Tenerife. Boceto del cuerpo y de las manos.

            Faustino Martín, Pte del Casino, Tenerife, 1933. El abogado Faustino Martín Albertos [Santa Cruz de Tenerife, 1892-1951], dirigió el Casino de Tenerife y, en 1929, acometió la demolición del viejo edificio y la construcción del actual, ejemplo fundamental de la arquitectura racionalista.

            Conrado Martínez Denis, coronel argentino, Tenerife, 1939. Cónsul de la República Argentina, falleció en Santa Cruz de Tenerife en 1947. Había nacido en la misma ciudad en 1872.

            Conrado Martínez Denis, coronel argentino, Tenerife, 1939.

            Coronel argentino en Tenerife, 1939, Conrado Martínez Denis. Utiliza esta hoja para terminar el contorno de la cabeza anterior.

Fernando Fresno: Caricaturas
Antonio de Lara y Zárate. 1933 [Boceto]                        Faustino Martín Albertos. 1933 [Boceto]                Conrado Martínez Denis. 1933 [Boceto]


Fernando Fresno: Caricatura de Andrés Orozco Batista. 1933
           
             Matías Molina, Tenerife, 1933. Por detrás Pte de la Mancomunidad. Matías Molina Hernández, propietario de una agencia concesionaria de automóviles en Santa Cruz.

            Orozco, diputado por Tenerife, 1933. Andrés de Orozco y Batista [Santa Cruz de Tenerife, 1888-Londres, 1961], diputado radical por Tenerife, fue ministro de Industria y Comercio.

            Pastrana, Tenerife, 1933. Se trata de don Julián Rodríguez-Pastrana Ballester, nieto del patricio tinerfeño don Bernabé Rodríguez.

            Pastrana, Tenerife, 1933.

            Pérez Armas. Benito Pérez Armas, [Yaiza, 1871-Santa Cruz de Tenerife, 1937] el escritor y político que había sido presidente de la Diputación Provincial en 1911.





Fernando Fresno: Caricaturas
Matías Molina Hernández. 1933 [Boceto]            Andrés Orozco Batista. 1933 [Boceto]                          Julián Rodríguez-Pastrana. 1933 [Boceto]
Julián Rodríguez-Pastrana. 1933 [Boceto]                   Benito Pérez Armas. 1933 [Boceto]                          Felipe P. Ravina Veguillas. 1933 [Boceto]


Fernando Fresno: Caricatura de Felipe P. Ravina Veguillas. 1933 
Fernando Fresno: Caricatura de Matías Molina Hernández. 1933 


            Felipe P. Ravina, 1933, Tenerife. Felipe P. Ravina Veguillas, autor de El crimen de la calle del Castillo, había publicado en 1931 otra novela, Ráfagas. Fue alcalde accidental de Santa Cruz en 1926.

            Ravina, Tenerife. Termina el contorno de una cabeza, pero no se corresponde con la anterior.

            Leoncio Rodríguez, Director de “La Prensa”, 1933, Tenerife. Es bastante conocido el dibujo definitivo de esta caricatura del periodista lagunero Leoncio Rodríguez González, fundador y director de La Prensa [24].

            Comandante de marina inglesa, Tenerife, 1933.

            Tenerife, 1933. Cabeza de hombre con barba y cigarro.

            Cabeza de hombre.

            Hoja de las que utilizaba para dibujar el contorno de una cabeza.


Fernando Fresno: Caricatura de Leoncio Rodríguez. 1933 

Hemos encontrado en hojas sueltas los bocetos para caricaturas de Emma Martínez de la Torre, José Manuel Guimerá y Néstor Martín-Fernández de la Torre.

Fernando Fresno: Caricaturas
Emma Martínez de la Torre. 1933 [Boceto]      José Manuel Guimerá y Julián Rodríguez Ballester. 1933 [Boceto]     Néstor Martín-Fernández de la Torre. 1933 [Boceto]


            Creemos que este cuaderno, completamente desconocido hasta ahora, nos ofrece una visión propia y distinta de muchos personajes destacados de la vida pública canaria durante la II República, y constituye la aportación de un caricaturista de gran prestigio y acusada personalidad, que contribuye a ampliar la imagen que teníamos de aquel período.



Notas

[1] José Pérez Vidal. “Miau, negación burlesca, en una caricatura de Galdós”. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. T. xxxiv, 1978, p. 67-78; Id. Canarias en Galdós. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular, 1979. Alfonso Armas Ayala. “Galdós: lectura de una vida”. Santa Cruz de Tenerife: Caja General de Ahorros de Canarias, 1989.

[2] María de los Reyes Hernández Socorro. “Un viaje por Fuerteventura a través del álbum del pintor santacrucero Felipe Verdugo Barlett: noviembre de 1887”. Tebeto. 4, 1991, p. 165-177; Id. “Dibujos realizados en La Palma por el pintor decimonónico Felipe Verdugo Barlett: breve ensayo de introspección de Soledades”. Vegueta. N. 2, 1995-1996, p. 245-259; Id. “Instantáneas de Gran Canaria en el último tercio del siglo XIX: bocetos de viaje de Felipe Verdugo”. En XI Coloquio de Historia Canario-Americana (1994). Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo Insular de Gran Canaria, 1996, t. II, p. 243-263.

[3] P.A.L.A. Primera Exposición de humoristas canarios: otoño 1944. Las Palmas: Club Pala, 1944.

[4] Ventura Doreste. Examen de la caricatura. Las Palmas de Gran Canaria: [s.n.], 1944.

[5] Exposición de caricaturistas canarios: Casa de Colón. [Las Palmas]: Cabildo Insular de Gran Canaria, 1971.

[6] Manolo Padrón. Caricaturas personales. Las Palmas de Gran Canaria: Sala Cairasco, Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria, 1976 [texto de Juan Rodríguez Doreste]; Id. Caricaturas. Las Palmas de Gran Canaria: Delegación Provincial de Turismo, 1979.

[7] Sebastián Sosa Álamo. “La caricatura escultórica de Pepe de Armas”. En Serta gratulatoria in honorem Juan Régulo: t. iv. La Laguna: Universidad, 1990, p. 255-264.

[8] Yolanda Peralta Sierra. “Los salones de humoristas canarios”. En XIII Coloquio de Historia Canario-Americana (1998). Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria, 2000, p. 2979-2986.

[9] Guillermina Casanova Báez. “Caricaturas dibujadas en El Museo Canario”. El Museo Canario, LV, 2000, p. 239-247.

[10] Una visión amplia sobre el primer cuarto del siglo XX en: Franck González. “Modernismo y humorismo gráfico en Canarias”. En Modos modernistas: la cultura del modernismo en Canarias 1900/1925. Las Palmas de Gran Canaria: Ayuntamiento, 2000, p. 106-149.

[11] Martín Moreno. “Gente famosa de Madrid aplaudida en Canarias: recuerdos del inolvidable don Fernando Fresno y presencia de su hija Maruchi”. La Provincia. Domingo, 5 de enero de 1997, p. 64-65.   

[12] Fernando Gómez del Fresno. Estudio del aparato secretor de las plantas y su aplicación a la característica y determinación de los materiales farmacéuticos de origen vegetal: memoria presentada para el ejercicio del grado de Doctor en Farmacia. Madrid: Nicolás Moya, 1903.

[13] Pilar Torroba Fauce. Una farmacia madrileña del siglo pasado. Madrid: [s.n.], 1995, p. 9 y 13.

[14] Gran parte de los datos biográficos de Fresno los hemos obtenido de testimonios familiares y del catálogo: Caricaturas teatrales de Fresno [1907-1949]. Madrid: Círculo de Bellas Artes, 1989.

[15] Antonio López de Zuazo Algar. Catálogo de periodistas españoles del siglo xx. Madrid, 1980-1981.

[16] Ribera-Rovira; caricaturas de Fresno. La conquista de Roma: crónica del viaje de los Reyes de España a Italia: noviembre de 1923. Barcelona: Tipografía Catalana, 1924.

[17] Andrés Amorós. “Fresno y el teatro”. En Caricaturas teatrales de Fresno (1907-1949). Madrid: Círculo de Bellas Artes, 1989, p. 19-26, en p. 23.

[18] Caricaturas teatrales... Op. cit. en n. 14.

[19] Andrés Amorós. “Fresno y el teatro”. Op. cit. en n. 17, p. 22-23.

[20] Debemos estos datos a Yolanda Peralta Sierra, del Museo de Historia de Tenerife. Por esta investigadora hemos sabido también que la prensa de esa isla, al comentar la primera Exposición de Artistas Tinerfeños celebrada en Madrid, la ilustra con caricaturas realizadas por Fresno de los pintores Pedro de Guezala, realizada en 1933, Francisco Bonnín y José Aguiar. La Tarde, 15, 17 y 18 de enero de 1944.

[21] La Provincia, martes 24 de enero, p. 15. En el mismo periódico y en la misma sección, Caras conocidas, esta vez en la portada, había aparecido el 5 de enero de 1933: "El fiscal de esta Audiencia don Francisco de Carbia, visto por Fresno", agradecemos estos datos hemerográficos a Franck González Guerra.

[22] Información que debemos igualmente a Franck González Guerra.

[23] Manuel Ramírez Muñoz, Encarna Galván González. El Real Club Náutico de Gran Canaria [1908-2000]: deporte, cultura y relaciones humanas en una sociedad atlántica. [Las Palmas de Gran Canaria]: Real Club Náutico de Gran Canaria, 2000, p. 279-280.

[24] Reproducida en Julio Antonio Yanes Mesa. Leoncio Rodríguez y "La Prensa": una página del periodismo canario. Tenerife: Cabildo Insular, 1995, p. 81.


jueves, 19 de julio de 2012

Luis de la Cruz. Su autorretrato calcográfico



Luis de la Cruz

Su autorretrato calcográfico
por
Carlos Gaviño de Franchy


Cuenta la historiografía canaria con varios e interesantes trabajos dedicados por diversos especialistas a esclarecer los aspectos biográficos y establecer las dispares trayectorias profesionales de los artistas Manuel Antonio [1750-1809] y Luis Paulino de la Cruz [1776-1853], padre e hijo [1].

Como quiera que nuestro propósito por ahora no es otro que dar a conocer un autorretrato grabado por Luis de la Cruz y Ríos nos limitamos, en forma de introducción abocetada, a transcribir seguidamente las semblanzas de ambos artistas escritas por un contemporáneo, don José Agustín Álvarez Rixo, impregnadas del leve aroma local que desprende la inmediatez del trato vecinal:


                                                Don Manuel de la Cruz

José Agustín Álvarez Rixo: Don Manuel Antonio de la Cruz.
Col part. Puerto de la Cruz, Tenerife
    
En la clase de artistas, el pintor don Manuel de la Cruz alcanzó alguna celebridad y habría alcanzado más en cualquiera otro país fabril. No tuvo padres conocidos, pues estos le abandonaron sobre el fondo de una pipa; otros dicen que dentro de un barril, en el callejón del Juego, donde le halló cierto tonelero que vivía cerca y le educó. Aprendió con el maestro José Tomás, quien, natural de este propio pueblo y no del partido de Daute como se ha creído, cuyas pinturas carecían de buen diseño y gusto aunque su colorido es permanente, y como su arte de pintar santos no le bastaba para su subsistencia, también enseñaba a leer y escribir; además de eso era medio poeta, y se valían de su ingenio los que querían hacer algunos versos, cuyo estilo podrá ver el lector en tratando de don Juan B. Pouldon, página 181. No sé el año en que este sujeto falleció, pero hubo de ser antes de 1790. Don Manuel excedió infinito a su maestro; ignoramos de la manera que estudió y perfeccionó. Pero en aquel mismo tiempo estuvo por aquí algunos años el buen pintor Juan de Miranda, canario, y pudo haber tomado lecciones con él. Casó en este Puerto con Juana Josefa de Nepomuceno Ríos, hija de Juan de Ríos y María Josefa Camacho, y ejercitó su profesión en diversos pueblos de estas Islas.
Viendo la Cruz los buenos mármoles que hay en la de Fuerteventura, en la cual apenas se sabe lo que son, recogió algunos pedazos que envió al Cabildo Eclesiástico de Canaria diciendo que ya que S. S. hacía venir de Génova a tanto costo varias piezas de mármol, se trajese un artífice que labrase los del país y enseñase a los naturales. Pero este buen hombre se quejaba de que ni se habían dignado contestarle la carta.
En 1802 pintó el retablo mayor de la iglesia de Tejina, cuyo marmolado muy natural se conserva perfectamente. Allí estaba hospedado en casa del cura don José Quintero Estévez, con cuya hermana casó en segundas nupcias.



La última obra notable de este pintor fue el retablo del Poder de Dios, en nuestra parroquia de la Peña, cuya anticuada construcción reformó en cuanto se lo permitieron quitándole las talladas hojarascas de los cojinetes y parras enredadas que tenía en sus columnas salomónicas. El sagrarito que está sobre la mesa del altar dicho es obra suya con que se acredita su buen discurso e inteligencia de la arquitectura. También pintó el pulpito y la figura del Salvador con los cuatro Evangelistas que le adornan; todo acabado en 1809, cuando ya contaba más de setenta años de edad, y poco tiempo después de cuyo trabajo falleció en este mismo pueblo a 20 de julio del citado año 9. Sepultósele en la propia capilla que acababa de hermosear, en la cual yace.
Un grande cuadro que cubre casi todo el testero de la ermita de la Magdalena en el pueblecito de Conil en la isla de Lanzarote dicen es obra de este artífice (si bien otros se inclinaban a que era pintado por don Juan de Miranda). Representa a muchos personajes a la mesa con Cristo y la Magdalena a sus pies, cuya pintura recomendamos a los aficionados. Doña Casia Quintero, segunda mujer de don Manuel de la Cruz, herreña, doraba igualmente que su marido y subía a los andamios con calzones. Esta falleció en dicha isla de Lanzarote en 1840.
Enseñó la pintura a sus hijos don Luis, de quien luego hablaremos, y doña Juana.
La doña Juana casó en Santa Cruz con el escribano público [espacio en blanco] Enrique [Josef Rodríguez].

                                                           Don Luis de la Cruz y Ríos

José Agustín Álvarez Rixo: Don Luis de la Cruz y Ríos. 
Col part. Puerto de la Cruz, Tenerife
El célebre fisonomista don Luis de la Cruz y Ríos, hijo de don Manuel y de su primera mujer Juana Josefa de Ríos, nació a 21 de junio de 1776, el cual adquirió grande reputación en su patria y fuera de ella por la propiedad y facilidad extraordinaria que tenía para retratar, puesto que a muchos sujetos no [le] era necesario verlos sino de paso. Retrató al óleo; en miniatura, aún mejor; al fresco, y en bustos de barro. Fue oficial de estas milicias provinciales. Casó con doña Francisca Casañas. Era algo indolente, y habiéndose hecho cargo de pintar ciertos bastidores para el prospecto de un teatro en que iban a representar algunos de sus amigos, llegaba la hora y no estaban concluidos. Aprisa emprendió la obra, y pusieron una criada con luz para que le alumbrase a la mano; mas el pintor, en la figura de que revistió el lienzo, la retrató sin ella percibir que la había observado, lo cual sirvió de diversión a la concurrencia. Don Luis de la Cruz fue alcalde real de este Puerto en 1808; dicho año pintó el bonito y significativo Monumento de Semana Santa de nuestra parroquia, aunque no está acabado. En 1809, los cuatro hermosos cuadros de pasajes de la vida de Cristo que se hallan en el altar del Poder de Dios, como también el grande cuadro de Ánimas que se ve en la parroquia del Puerto de Arrecife en la isla de Lanzarote. Después pasó a ser director de la Escuela de Dibujo del Real Consulado de la ciudad de La Laguna, hasta 1815 al 16 que se trasladó a Madrid, donde obtuvo la plaza de pintor de cámara de Su Majestad Fernando vii, de cuyo Soberano fue muy honrado y favorecido, como igualmente lo fue en Alemania yendo en la comitiva que condujo a España a la reina María Amalia, tercera mujer del rey Fernando. Se dijo que el padre de dicha Soberana había honrado a don Luis con el título de conde palatino. Este artífice se perfeccionó en el colorido al óleo, el cual en los principios era defectuoso, puesto que se decaían notablemente los ropajes de sus primeras obras. Los muchos retratos de su mano que se hallan en todas nuestras Islas son el mejor atestado de su mérito, en particular dos que remitió desde España de cuerpo entero del mismo rey Fernando vii y de su hermano el infante don Carlos María Isidro, colocados en la Universidad de La Laguna.
Era cosa sabida que casi todos los extranjeros de posibilidad que venían a Tenerife se hacían retratar de su mano. Ganaba mucho, a pesar que los retratos de miniatura sólo tomaba de ocho a doce duros por cada uno; pero su carácter pródigo no le permitía juntar dinero. Don Luis de la Cruz fijó su residencia en Sevilla, en cuya ciudad vivió con algunas hijas que llevó de estas Islas hasta que falleció a 20 de julio de 1853 [2].


Luis de la Cruz y Ríos, grabador


Luis de la Cruz y Ríos: Autorretrato. Col. Part. Japón
Afirma Rumeu de Armas en su excelente monografía sobre el pintor portuense [3] que Luis de la Cruz, artista polifacético, no aprendió nunca la técnica del grabado. Pero tuvo una intervención indirecta en los mismos con sus óleos y dibujos. No concuerda esta categórica aseveración con los datos que, sobre el particular, había revelado unos años antes el erudito sacerdote don Sebastián Padrón Acosta. En realidad se trata de un lapsus calami del prestigioso historiador ya que, en otro punto de la publicación de referencia, da cumplida cuenta de las labores calcográficas realizadas por Cruz [4].
Creía, también equivocadamente, Padrón Acosta, que unas pequeñas láminas representando a don Fernando vii de perfil deberían ser consideradas como las primeras planchas de retrato grabadas en las islas y que este mérito había que atribuirlo a don Luis de la Cruz y Ríos, su autor. Las estampas, de 4 x 4 cm, salieron del tórculo en 1808.
Lo cierto es que mientras no aparezcan otras piezas que indiquen lo contrario, la labor pionera en este tipo de trabajos en Canarias estaría a cargo del clérigo manteísta lagunero don Miguel Rodríguez Bermejo [1721-1790] que, ya en 1767, grabó una vera efigie del Santísimo Cristo de los Dolores de Tacoronte y, posteriormente y sobre dibujo de Gerardo Núñez de Villavicencio, el retrato del obispo don Bartolomé García Ximénez.
Don Luis de la Cruz, que ostentaba el honroso cargo de alcalde real del Puerto de La Orotava en 1807, y no se hallaba del todo limpio de sospechas de afrancesamiento, movido por un súbito e interesado patriotismo, ordenó la recogida de todos los retratos y estampas con la efigie de Napoleón, bajo pena de multa. Como contrapartida, el alcalde-artista, pretendió entonces difundir la imagen del rey Fernando vii y, a tal efecto, se propuso grabar unas láminas a la vista de un retrato del monarca que, procedente de Cádiz, había llegado a la isla. Con este fin dirigió una carta fechada en 11 de agosto de 1808 al presidente y miembros de la Junta de Canarias, en la que se expresaba en estos términos:

Deseoso el alcalde real del Puerto de La Orotava de que circulasen por todas partes los retratos de nuestro amado monarca, el señor Fernando vii pronto y a poca costa; y considerando que esto no se podía verificar de ninguna manera haciéndolo al pincel, le ocurrió abrir una pequeña lámina con el objeto de que sirviesen para poner en las escarapelas. Pero como jamás había tomado buril en su mano, dudaba salir con la empresa deseada. Mas este deseo le animó y consiguió el placer de poder grabar el soberano busto, según nos lo representa un retrato que se recibió por el último barco de Cádiz.

Luis de la Cruz y Ríos. Fernando vii.
         Col. part. La Laguna, Tenerife
    
Los grabados fueron elogiados por los miembros de la Junta, pero el cronista don José Agustín Álvarez Rixo, con la objetividad que produce el distanciamiento en el tiempo, los juzgaba, ya en la senectud, con la excesiva crueldad que emana de este escrito suyo:

Ejemplar de los infinitos retratos del Rey Don Fernando séptimo que moda entusiástica tanto en la Gran Canaria como en las demás islas poner en el centro de las cucardas de los hombres de todas clases, y en los medallones de algunas señoras desde mediados de Julio de 1808, hasta 1812, en que se fue desusando
Dicho mesquino [sic] retrato costaba de uno á dos reales de vellón se le sobreponía una orla de lentejuelas ó de hilo de oro, el todo sobre el color encarnado nacional. En Tenerife costaba un peso [sic] duro cada uno de los muchos retratos de colores que pintaba el célebre artista Don Denis [sic] de la Cruz i de estos hubimos [sic] conserva el que escribe el usado por su padre en la cucarda [5].

No obstante “el éxito obtenido –dice Rumeu de Armas- movió a Cruz a preparar un grabado más grande: Concluido ya e igualmente otro un poco mayor, me ha parecido impropio que lleguen las estampas a manos de nadie, antes que a esa respetable Junta; por cuyo motivo tengo el honor de presentar a V. E. las primicias de tan gustoso trabajo”. “Un tercer grabado ejecutó Cruz –prosigue Rumeu-, con mayor esmero y pretensiones, en noviembre de 1808, que depositó en manos de la autoridad superior. He aquí la descripción del retrato por la pluma del autor:

Habiendo empleado algunos días en trabajar una lámina representando a nuestro amabilísimo rey y señor, con los jeroglíficos que me parecieron propios, he determinado presentar a V. E. la primera estampa que ha salido de ella, deseando sea bien admitida esta ligera prueba de mi amor a tan digno soberano”.

Todo parece indicar que Luis de la Cruz, al tiempo que abrió los retratos del monarca deseado, hizo lo propio con otro suyo y que la lámina, hasta ahora inédita, que hemos hallado en la colección Antonio Correa de la Calcografía Nacional, corresponde a esta etapa de iniciación en una técnica que, por otra parte, no debió practicar con frecuencia a lo largo de su carrera artística [6].

A modo de recapitulación diremos que, hasta el presente, conocemos como obra gráfica propia, grabada directamente por el pintor, la efigie de Fernando vii que publicamos, una de las que fueron iluminadas para ser utilizadas en cucardas, y su autorretrato. La lámina grande, con jeroglíficos, permanece en paradero desconocido, si es que aún se conserva algún ejemplar.

Es muy probable que los dos escudos de armas, impresos para ser utilizados como exlibris, de que da cuenta el profesor Rumeu en su varias veces citada monografía, hayan salido asimismo de su buril. En ambos puede leerse por bajo: De la Cruz sculp. La abreviatura sculp, de la palabra latina sculsipt, indica normalmente la intervención directa del artista, cuyo nombre figura al lado, en la talla de la plancha [7].

Otras estampas abiertas a partir de dibujos o pinturas de Cruz fueron dadas a conocer por Rumeu, quien las describe detenidamente en su estudio. Tan sólo las enumeraremos, haciendo constar el modo en que participó el artista en ellas.

Luis de la Cruz y Ríos. Fernando vii. Museo del Prado. Madrid


Grabados

—Retratos de Carlos María Isidro de Borbón y María Francisca de Asís de Braganza. Luis de la Cruz y Ríos lo pintó y dibuxó. Boselman de Bilmon lo grabó año 1817. Colección Carderera. Biblioteca Nacional de España.
—Retrato de la Serenísima Señora Doña Luisa Carlota [de Borbón Sicilia]. Ynfanta de España. L. de la Cruz dib[ujó]. Bosselman grav[ó]. Colección Carderera. Biblioteca Nacional de España.
—Retrato del Serenísimo Señor Don Francisco de Paula [Antonio de Borbón]. Ynfante de España. L. de la Cruz dib[ujó]. Bosselman grav[ó]. Colección Carderera. Biblioteca Nacional de España.
—Retratos de Fernando vii de Borbón, rey de España y María Josefa Amalia su esposa. En el de la reina figura: L. de la Cruz lo pintó. B. Ametller lo dib[uj]ó y grabó. 1827. Colección particular. Santa Cruz de Tenerife.
Vicente López, Luis de la Cruz y Blas Ametller: Fernando vii y María Josefa Amalia

Litografías

—Retrato de María Josefa Amalia de Sajonia. Establecimiento Litográfico del Depósito Hidrográfico de Madrid. Hecho a partir de una pintura de Luis de la Cruz, según Rumeu. Biblioteca Nacional de España.
—Retrato de M[arí]a Cristina de Borbón reyna de España. En hábito de Carmelita. Cruz lo pintó. Legrand lo lit[ografi]ó. Real Litog[rafí]a de Madrid. Biblioteca Nacional de España.
         —Retrato de don Juan Recacho. Luis de la Cruz. Colección Carderera. Biblioteca Nacional de España.
        —Retrato de Ysabel ii, reyna de España y de las Indias. L de la Cruz lo pintó. R. Amerigo lo litog[rafi]ó. Colección Carderera. Biblioteca Nacional de España [8].

El autorretrato
Luis de la Cruz y Ríos. Autorretrato. Calcografía.
Se trata de una pequeña lámina de 13 x 9 cm y presenta el busto embutido en un óvalo y, éste, en un rectángulo vertical que ha sido trabajado simulando aguas serpenteantes, proporcionándole al fondo una apariencia de textura marmórea. En la base otro rectángulo, horizontal, a manera de friso, se cierra por ambos lados con triglifos rematados en la arte inferior por adornos vegetales y lleva, en el lugar que debiera ocupar la metopa, una cartela que reza: D. Luis de la Cruz y Ríos.
Luis de la Cruz, grabador inexperto, dibujó en la plancha su fisonomía mirando hacia la izquierda del que observa, de forma que el cobre, una vez impreso, devolvió el retrato invertido. No tuvo el cuidado de tallarlo del revés. Resulta muy poco frecuente encontrar este tipo de estampas con la figura del personaje dirigida hacia la derecha.
Viste uniforme de teniente de Milicias Provinciales, grado que había alcanzado en 1805 y, como tal, la charretera que le correspondía figura en primer plano.
Tanto esta lámina, como los tres retratos reales de que hemos hecho mención, debieron ser grabados a partir del año 1806, en que Cruz fue destinado al regimiento de Fusileros, con residencia en San Cristóbal de La Laguna y, antes de noviembre de 1808, en que presentó a la Junta el último y más perfecto de los retratos de Fernando vii. Sabemos que en esta ciudad se contaba, al menos desde 1786, con un tórculo radicado en el monasterio del Espíritu Santo, y da prueba de ello la inscripción que lleva al pie el Mapa de las Islas Canarias obra de fray Antonio Hernández Bermejo: Abierto en el Conv[en]to Agustino de la Laguna. Año de 1786.
La limpieza en el tallado a buril del cobre va más allá de lo que se podría esperar tratándose de la labor de un principiante. En su realización, Cruz utilizó en el rostro la técnica denominada a los puntos, punteado o pointillé “al estilo inglés”, que proporciona, según Antonio Gallego, exquisitos efectos pictóricos [9], y que había sido introducida en España poco tiempo antes por Bartolomé Vázquez [1749-1802]. No debemos olvidar que, en 1805, se imprimió en Madrid la Novena al Señor San Juan Apóstol y Evangelista que lleva inserta una hermosa lámina del santo grabada por A. Vázquez, miembro de la saga de calcógrafos de su apellido, que también fue realizada haciendo uso de la punta seca y el punteado, estampa que sin duda circularía de mano en mano en La Laguna, durante la estancia en esta ciudad del pintor, previa a la hechura de las suyas.
Muy poco sabemos en la actualidad sobre el establecimiento y posterior desarrollo de las artes gráficas en Canarias. Está todo por hacer y mucho por investigar y estudiar. Constantemente surgen aportaciones novedosas que trastocan lo que se creía establecido y consolidado. Stéfano Zanesco, un anticuario italiano, que vivió entre nosotros parte de su vida y falleció recientemente afirmaba, en tono jocoso, que era más difícil encontrar un grabado del Cristo de Tacoronte que una buena lámina de Durero.

Notas

[1] Alloza Moreno, M. Á.: La pintura en Canarias en el Siglo XIX. Aula de Cultura de Tenerife. Madrid. 1981.
Álvarez Rixo, J. A.: Cuadro Histórico de estas islas Canarias de 1808 a 1812 (Con dibujos del autor). El Gabinete Literario. Las Palmas de Gran Canaria. 1955.
Calero Ruiz, C.: Manuel Antonio de la Cruz [1750-1809]. Santa Cruz de Tenerife, 1982.
Contreras y López de Ayala, Juan de [marqués de Lozoya]: “Luis de la Cruz y Ríos, pintor de Cámara de Fernando vii”. El Museo Canario. Núm. 16. Madrid-Las Palmas, 1945.
-“Una miniatura inédita de Luis de la Cruz y Ríos”. El Museo Canario. Núms. 21-22. Madrid-Las Palmas, 1947.
Donoso, Rosa: “Una miniatura de Luis de la Cruz y Ríos en el Museo del Prado”. Boletín del Museo del Prado. Tomo vii, núm. 9. Madrid, 1986.
Estévez, Leandra: La Estampa en Canarias: (1750-1970). Repertorio de autores. Casa de Colón-Cajacanarias. Tenerife. 1999.
Hernández Perera, J.: “Los retratos reales de Luis de la Cruz y Ríos". Anuario de Estudios Atlánticos. Núm. 1. Madrid-Las Palmas de Gran Canaria. 1955.
Martínez de la Peña, D.: “Noticias sobre la vida del pintor don Luis de la Cruz en cartas de don Cristóbal Bencomo. Anuario de Estudios Atlánticos. Núm. 16. Madrid-Las Palmas, 1980.
Padrón Acosta, S.: Don Luis de la Cruz, pintor de Cámara de Fernando vii. La Laguna, 1952.
-Retablo Canario del siglo XIX. Edición, notas e índice de Marcos G. Martínez. Aula de Cultura de Tenerife. Cabildo de Tenerife. Santa Cruz de Tenerife. 1968.
Rumeu de Armas, A.: Luis de la Cruz y Ríos. Biblioteca de Artistas Canarios. Viceconsejería de Cultura y Deportes. Gobierno de Canarias. Güímar, Tenerife, 1997.
Tarquis Rodríguez, P.: “Don Luis de la Cruz. Su desarrollo técnico y categoría regional y nacional. Revista de Historia. Núms. 111-114. La Laguna. 1956.
[2] Álvarez Rixo, J. A.: Descripción histórica del Puerto de la Cruz de La Orotava. Estudio de introducción, transcripción y notas de Margarita Rodríguez Espinosa y Luis Gómez Santacreu. Ayuntamiento de Arrecife y Cabildo de Lanzarote. Santa Cruz de Tenerife, 2003.
[3] Rumeu de Armas, A.: Op. cit., p. 151.
[4] Rumeu de Armas, A.: Op.cit., p. 26. Véase también, Padrón Acosta, S.: Op. cit.
[5] Gaviño de Franchy, C., en Arte en Canarias [Siglos xv-xix]. Una mirada retrospectiva. Gobierno de Canarias. Consejería de Educación, Cultura y Deportes, Madrid, 2001, t. ii, pp. 377-378. Véase también Álvarez Rixo, J. A.: Op. cit., pp.152-153, lám. xxi. Hemos de aclarar que el grabado que inserta Álvarez Rixo en el original de su Cuadro Histórico… difiere en algunos aspectos del que proponemos nosotros como obra de Cruz. No obstante, el hecho de proceder el que mostramos de una cucarda usada en el Puerto de la Orotava, en la época a la que nos referimos, y la notable similitud técnica con el autorretrato de artista nos mueve a considerarlo como de su mano. Debe tratarse del segundo de los retratos de Fernando viii que grabó Cruz, un poco mayor que el primero.
[6] En la primera exposición que elevó al monarca el 24 de noviembre de 1814, Luis de la Cruz y Ríos pidió por vez primera el título de pintor de cámara con el sueldo correspondiente. Los méritos que expuso resultan escasos y, a diferencia de otros contemporáneos, se basaron en dos circunstancias:
A) Su actitud de fidelidad intachable durante los sucesos de 1808, mientras fue alcalde del Puerto de la Cruz. Cita la censura de los cuadros de Napoleón y sus desvelos por reestablecer el orden absolutista. No menciona, en cambio, ni los grabados ni el primer retrato que hizo del rey para la proclamación de 1808, que se conserva actualmente en la Delegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife. B) Su deseo de retratar al monarca en la Corte. Se extiende manifestando los anhelos, sufrimientos y desvelos de que fue víctima hasta llegar a Madrid. Hace hincapié en sus nulos recursos económicos, lo mal que cobraba en la escuela del Consulado y que tuvo que dejar a su familia en Sevilla por carecer de fondos.
Archivo General de Palacio [Agp]: Personal. Caja 16.817, expediente 6.
Debo esta información a mi buen amigo el doctor don Juan Alejandro Lorenzo Lima.
[7] Se trata de las armas de la Casa de Aguayo y otras, ducales, sin identificar. Véase, op. cit., p.163. 
[8] Rumeu de Armas, A.: Op. cit., pp. 151-163.
[9] Gallego, A.: Historia del grabado en España. Cátedra. Cuadernos de Arte. Madrid, 1999.